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Pensamientos y actitudes del suicidio siglos XVIII-XIX


La muerte de Marat - Jaques Luis David


Resumen


El suicidio es un problema social y cultural discutible y difícil de analizar tanto en la época colonial, como en los primeros años del siglo XIX. Este acto era prohibido dentro de esta sociedad, ya que está en contra de las leyes de Dios en sus mandamientos y en contra de las reglas estipuladas por la Iglesia Católica, las cuales, se encontraban también como leyes de la corona y de la naciente república del siglo XIX. Este artículo se detendrá en entender que es el suicidio como concepto y analizar desde documentos de archivos y fuentes secundarias, los pensamientos y actitudes que llevaban a realizarlo, según el punto de vista de la élite como también de las clases bajas de la sociedad de la época.


¿Qué es suicidio?


Émile Durkheim en su libro “El suicidio”, lo define de la siguiente manera: “Son fenómenos individuales que responden esencialmente a causas sociales”. Este acto se define como “todo caso de muerte que resulte, directa o indirectamente, de un acto, positivo o negativo; realizado por la víctima misma, sabiendo ella que debía producir este resultado… es el resultado de la fortaleza o la debilidad del control de la sociedad sobre el individuo”[1] Al decir un acto directo, se refiere al instante que se produce el fallecimiento, mientras que el acto indirecto corresponde a la cadena de hechos que conllevan a la muerte, por ejemplo la pena de muerte, la cual se produce, en la mayoría de los casos, buscado por la persona por sus actos cometidos durante su vida. Mientas que el acto positivo y negativo se da por acción o por omisión: “Lo mismo se mata uno rehusando alimentarse [acto negativo] que destruyéndose por el hierro o por el fuego [acto positivo]”[2] la muerte es la misma pero las consecuencias y la duración son diferentes.


Diferencias y semejanzas de pensamientos y actitudes del suicidio


Dentro de los pensamientos sobre el suicidio de la élite de la época, era declarado como un crimen en contra de la ley de Dios que se basa en la quinta ley de los mandamientos, que se encuentran en el antiguo testamento de la biblia que consiste en “no mataras”, no solo al prójimo sino a su propio cuerpo, esto lleva a la condenación del infierno y ser repudiado por parte de la sociedad quien haya intentado hacer el suicidio. Además de la ley de Dios, en uno de los casos encontrados en el Archivo General de la Nación, se observa la declaración del fiscal Antonio Berbeo, hombre de la élite, completamente creyente en Dios:


“hombres que viven sin Dios, sin ley y sin religión no deben existir en esta república libre y llena de virtudes, sino hombres cristianos, sobrios, moderados y virtuosos que sirvan de modelo y ejemplar a las generaciones futuras”[3]


Dentro de las actitudes de la élite frente al suicidio, para la iglesia estas personas no podían ser enterradas en “campos santos” o cementerios ni con la ceremonia ritual previa ya que, para la iglesia y la élite, estos cuerpos son impuros y no pueden ser enterrados como una persona de muerte natural. También existen actitudes en donde el cadáver era arrastrado por las calles cabeza abajo con una estaca atravesando el corazón y una piedra en la cabeza para inmovilizar el cuerpo y que el espíritu no regresara a dañar a los vivos.[4]


Hay que agregar que en el campo económico la élite castigaba a la familia o al propio suicida sobreviviente con el embargo de bienes. Dentro de un caso criminal se pude observar esta sentencia:


“el suicidio en todo tiempo y edades ha sido mirado con horror por las leyes divinas humanas y políticas, porque así como a nadie es visto privarle de la vida a otro, o mutilaré algún miembro, así tampoco es… quitarse la vida, o mutilarse, porque nadie es dueño de esos miembros. Hasta la benignidad de nuestra santa Madre Iglesia está contra tales delincuentes privándoles de sepultura eclesiástica… la ley 8 #23 libro 8, a los que cometan suicidio manda que se le confisquen todos sus bienes, la resistencia a la justicia es igualmente crimen que castiga las leyes severamente” [5]


Ahora dentro de los pensamientos y actitudes de la clase baja de la época, hay que entender que estos no tenían voz en los juicios criminales, en donde solo escribe el fiscal o el escribano, que pertenece a la élite de la época, por esto, hay que descubrir dentro del texto algunas palabras que dicen los reos, las cuales hay que interpretar gestos, pensamientos y actitudes.


Estos actos de suicidio se pueden interpretar como una manera de evitar el castigo al cometer un delito, o de tal vez robar una herramienta, que es considerado como un acto de protesta por los malos tratos que recibían en sus trabajos o amenazas de sus superiores en las minas u otros lugares de trabajo. La actitud que tomaban eran ahorcamientos generalmente en el centro de los pueblos, o poco común dentro de las cárceles huelgas de hambre para que así fueran observados.[6]


Ahora, existen ciertas semejanzas en el pensamiento del suicidio tanto de la élite como las clases bajas, estas son la enfermedad, amenazas de muerte, la depresión y la vejez. En lo que tiene que ver con comunidades indígenas y africanas en América que aún se conservaban, era considerado maligno ya que era el reflejo de la ira de los antepasados y dioses y era asociado no a la adoración de los dioses sino con la brujería.[7] La actitud del suicidio en las clases bajas frente al cuerpo del suicida era no tener contacto físico, y se llegaba a quemar su casa o el árbol de donde se hubiere colgado y no se le daba la sepultura con los ritos habituales de la comunidad.


En algunos casos se puede notar otras formas de actitudes para realizar el acto del suicidio como casos de cortes con cuchillo[8], de degollación[9], de ahorcamiento[10], entre otros métodos, pero estos son los más recurrentes entre los suicidas.

Conclusiones


Sin duda el suicidio fue un acto no tan común en la época colonial, debido a los perjuicios y castigos que esta generaba, era repudiado por la iglesia por ser algo en contra de la ley de Dios y por la corona española por ser algo que iba en contra de su autoridad y donde se quedaban sin una mano de obra más para el trabajo. En las clases subalternas era su única salida para detener la explotación y trato a la que eran expuestos y que con la muerte se podían sentir tranquilos y en paz, sabiendo que ya no volverían a sentir más dolor y malos tratos por parte de la élite. Algunas tribus indígenas y africanas condenaban este acto como brujería e ir en contra de sus múltiples dioses.

Se podría decir que en la sociedad colonial, el suicidio que se daba por enfermedad o vejez, no era tan fuertemente castigado como los otros motivos en los que se presentaba, por ende, existen unas similitudes tanto de la élite como de las clases bajas o subalternas de la sociedad colonial y republicana.


Referencias


[1] Durkheim, E. (1965). El suicidio: estudio de sociología. Buenos Aires: Ed. Schapire. Pág. 12


[2] Ibídem.


[3] Archivo General de la Nación: Sección: Republica, Fondo: Asuntos Criminales, Legajo: SR. 12, 64, D. 24, Año: 1823. Folio 701.


[4] Canto Valdez, Luis Roberto (2012) La muerte voluntaria en Yucatán durante el porfiriato. CIESAS-Peninsular, 82, recuperado de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0186-03482012000100003&script=sci_arttext


[5] Archivo General de la Nación: Sección: Republica, Fondo: Asuntos Criminales, Legajo: SR. 12, 64, D. 24, Año: 1823. Folio 701.


[6] Delgado Mujica, Noel (2013). El suicidio en la historia: Concepciones y actitudes. Recuperado de: https://medium.com/suicidio-en-gotas/el-suicidio-en-la-historia-dcb4ae57784c


[7] Carbonell Camós, Eliseu (2007) Tiempo y suicidio. Contribución antropológica a una discusión transdisciplinar. Gazeta de antropología. 01. Recuperado de: http://www.ugr.es/~pwlac/G23_01Eliseu_Carbonell_Camos.html


[8] Archivo General de la Nación: Sección: Colonia, Fondo: Criminales-Juicios, Legajo: 19S.C6D25, Año: 1783. Folio 437.


[9] Archivo General de la Nación: Sección: Republica, Fondo: Asuntos Criminales, Legajo: SR. 12, 95, D. 28, Año: 1830. Folio 608.


[10] Archivo General de la Nación: Sección: Republica, Fondo: Asuntos Criminales, Legajo: SR. 12, 64, D. 24, Año: 1823. Folio 698.








Bibliografía

  • Archivo General de la Nación: Sección: Colonia, Fondo: Caciques e indios Legajo: 33 Folios: 960-982, Año: 1808.

  • Archivo General de la Nación: Sección: Colonia, Fondo: Criminales-Juicios, Legajo: 19S.C6D25, Folios: 436, 446, Año: 1783.

  • Archivo General de la Nación: Sección: Republica, Fondo: Asuntos Criminales, Legajo: SR. 12, 95, D. 28, Folios: 694, 701, Año: 1830.

  • Archivo General de la Nación: Sección: Republica, Fondo: Asuntos Criminales, Legajo: SR. 12, 64, D. 24, Folios: 697, 717, Año: 1823.

  • Durkheim, E. (1965). El suicidio: estudio de sociología. Buenos Aires: Ed. Schapire. 315 págs.

  • Carbonell Camós, Eliseu (2007) Tiempo y suicidio. Contribución antropológica a una discusión transdisciplinar. Gazeta de antropología. 01. Recuperado de: http://www.ugr.es/~pwlac/G23_01Eliseu_Carbonell_Camos.html

  • Canto Valdez, Luis Roberto (2012) La muerte voluntaria en Yucatan durante el porfiriato. CIESAS-Peninsular, 82, recuperado de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0186-03482012000100003&script=sci_arttext

  • Delgado Mujica, Noel (2013). El suicidio en la historia: Concepciones y actitudes. Recuperado de: https://medium.com/suicidio-en-gotas/el-suicidio-en-la-historia-dcb4ae57784c






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